Pues bien, mi amor, yo solo soy dueño de una herida

Pues bien, mi amor, yo solo soy dueño de una
herida: la que deja tu ausencia,
la que sangra por dentro,
y la que solo cura tu presencia.
De todo lo demás soy esclavo:
de tu mirada, tus besos,
¡y de ti, que eres mi sueño...!

-Txus Di Fellatio
Para ella - El Cementerio de los Versos Perdidos

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